martes, 1 de junio de 2010

otra de poesía


En las miradas perdidas,
te veo.
Con los labios que callan,
te hablo.
Con los gritos del silencio,
te llamo.

Almacena rápido el pasado,
en colmenas de polvo olvidado
quien de tu cuerpo ve cenizas,
quien no escucha los sutiles
susurros de tu brisa.

Quien te niega el recuerdo,
quien no te nombra.

Entre el vacío y la nada,
nos veremos.
Sin labios ni rostro,
nos hablaremos.

Y solo el Orco dirigirá la orquesta
de esta llamada sin respuesta.

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